lunes, 2 de mayo de 2016

Telefo

En la mitología griega Telefo (en griego antiguo: Τήλεφος, Telephos) es el hijo de Hércules y Auge, hija del rey de Tegea, Aleo. Los acontecimientos de su vida, aunque nunca se ha mencionado por Homero, son narrados por varios autores clásicos, sobre todo desde el Pseudo-Apolodoro, por Ditti Creta y Higino (a veces con diferencias significativas), y hay numerosas referencias a episodios de su vida encontrado en las obras antiguas.

El episodio por el que se hizo famoso es la batalla contra el ejército griego directa en Troy, pero accidentalmente aterrizó en la costa de Misia, que se había convertido en Telefo soberana: el choque causado numerosas bajas en ambos lados, y el rey fue herido misio un muslo de Aquiles. La lesión y la posterior cicatrización de la mano de la misma Aquiles se convirtieron en un argumento utilizado por muchos autores antiguos, así como la base para una serie de tragedias griegas.

Telefo se convirtió en objeto de culto heroico en la ciudad de Pérgamo, en Misia, [1] y sus hazañas están representados en el friso del Altar de Pérgamo, que se conserva en Berlín.

Abdero

En la mitología griega, Abdero (en griego Ἄβδηρος, "hijo de la batalla") es un héroe y semidiós hijo de Hermes y epónimo de la ciudad de Abdera, en Tracia

Para completar su octavo trabajo, Hércules decidió traerla eromenos Abdero y otros jóvenes que le ayude en el negocio. El objetivo era capturar las cuatro yeguas de Diomédes. Estas yeguas tuvieron la distinción de ser caníbales (es decir, que se alimentan de carne humana) y pertenecían a Diomédes Rey de Bistoni, una población bárbara que vivió en Tracia.

Acercarán a los alimentadores, Heracles venció a los guardias y mató. Sin esto condujo las yeguas al mar, pero fue perseguido por Diomedes y sus súbditos. Conscientes del peligro de las yeguas, la izquierda y, a continuación, al cuidado de Abdero. Mientras que Hércules estaba ocupado derrotar Diomede, Abdero fue devorado por las bestias. En venganza de Hércules, capturó Diomedes, hizo devorar vivo por sus propias bestias llegó a ser tan dócil.

En la memoria de sus eromenos, Heracles fundó cerca de su tumba la ciudad de Abdera [2] y organiza los concursos (en griego ἀγῶνες), juegos atléticos que incluyen el boxeo, pancracio y el combate. Bernard Sergent concluye, por tanto, que Abdero estaba en Abdera, junto con Heracles, sus erastes, fundador de acuerdo con la mitología de la pederastia griega.